El cuerpo del hombre fue sometido a una segunda autopsia, donde el forense descubrió un inquietante suceso.
David Humphries era un británico de 62 años que hace unos días falleció en la piscina del resort de Hurghada, Egipto, en el que estaba pasando sus vacaciones con su familia. Cuando su cuerpo llegó a Reino Unido, fue sometido a una segunda autopsia, donde el forense descubrió un inquietante suceso: al cuerpo le habían extraído el corazón y los riñones, revela el Daily Mail.
Su esposa, Lynda Humphreys, de 59 años, explicó que David se quejó de dolores en el pecho antes de su muerte y que, de hecho, visitó un hospital local, donde le administraron antibióticos. Anita, hija de ambos, dijo que su padre fue llevado al hospital, pero no se pudo hacer nada por su vida. Además, explicó que las autoridades egipcias efectuaron la autopsia sin informar a la familia. El Daily Mail apunta a que tras este caso puede haber un caso de tráfico ilegal de órganos. Este año, 37 personas han sido encarceladas en Egipto por casos relacionados con estas mafias.